Publicado el : 14/01/2015 12:30:46
Puede que hayas escuchado que si colocas las pulseras luminosas o unas barritas fluorescentes activadas en el congelador, estas seguiran activadas mientras esten congeladas.
Esto es totalmente cierto, si entendemos que el brillo lo produce una reacción química, al congelarla frenamos directamente el ciclo. Si aplicamos calor, ocurrirá todo lo contrario, el ciclo se acelera y ofrece mucho más brillo por un periodo de tiempo más corto.
La congelación o la aplicación de calor hace que las reacciones químicas se aceleran o se frenen. Al colocar las pulseras luminosas activadas en el congelador estamos congelando los líquidos que contienen en su interior y pausamos el ciclo. Esto funciona para cualquier tipo de productos luminosos. Lo que haremos es acelerar el proceso que hace que las pulseras luminosas brillen.
Por otro lado, si calentamos de alguna manera unas barritas o pulseras luminosas, hacemos que la reacción química tenga un efecto más corto, pero más potente. Una manera rápida de verlo es colocar las pulseras luminosas en el microondas por un tiempo muy reducido, ya que demasiado tiempo podría ablandar las pulseras luminosas hasta su rotura, por lo que no es muy recomendable. La manera más segura de descongelar las pulseras luminosas es debajo del grifo con agua caliente.
Con esto explicamos que si queremos mantener por un tiempo algo más longevo el uso de un producto fluorescente, lo podemos hacer utilizando un congelador normal y corriente. Pero hay que tener en cuenta que este proceso puede disminuir la duración del brillo.